¿Qué veríamos en la noche si nuestros ojos fuesen lo suficientemente sensibles?… veríamos un espectáculo de fugaces luces azules cual fuegos artificiales. Cada segundo miles de rayos gamma atraviesan nuestra atmósfera creando una cascada de partículas (materia y antimateria) que viaja a velocidades extremas (más rápido que la velocidad de la luz en la atmósfera) emitiendo una onda de choque lumínica: la luz Cherenkov. Nosotros no podemos ver directamente esta luz, de color azul, porque es demasiado tenue y breve (el destello dura entorno a una millonésima parte de una milésima de segundo), pero la detectamos gracias a los telescopios Cherenkov, telescopios de gran tamaño con cámaras muy rápidas.
Fue en el año 1989 cuando se detectó la primera fuente de rayos gamma con un telescopio Cherenkov. La protagonista fue la Nebulosa del Cangrejo. Esta nebulosa es el remanente de una supernova que explotó violentamente en el año 1504, explosión de la que los chinos y los árabes dejaron testimonio escrito. El telescopio protagonista fue el Whipple, un telescopio de 10 metros de diámetro sito en Estados Unidos de América.
Izquierda: Telescopio Whipple. Derecha: Imagen Optica de la Nebulosa del Cangrejo
Desde la detección de la Nebulosa del Cangrejo, la técnica de observación con telescopios Cherenkov ha madurado con avances como la visión estereoscópica (varios telescopios observando a la vez). H.E.S.S. (en Namibia), MAGIC (en La Palma, España) y VERITAS (en Estados Unidos de América) son los mejores telescopios Cherenkov del mundo y hasta el momento han descubierto más de 100 fuentes de rayos gamma (TeVCat).
¿Son todas estas fuentes detectadas remanentes de supernova también? no, todas no… Dentro de nuestra galaxia además de remanentes de supernova se han detectado microquásares, binarias de rayos X y rayos gamma (sistemas compuestos por una estrella masiva que da vueltas en torno a una estrella de neutrones o a un agujero negro) y un púlsar (cuerpo que queda tras la muerte de una estrella masiva, extremadamente denso y con una rotación rapidísima, del orden de un segundo o menos). Fuera de nuestra galaxia también vemos objetos que emiten rayos gamma: los núcleos activos de ciertas galaxias, donde la emisión se produce cerca de los agujeros negros supermasivos situados en el centro de las galaxias.
¿Qué nos queda por descubrir? ¿podríamos avanzar en el conocimiento de nuestro Universo con CTA? Ahora nos encontramos en un estado parecido a aquél en el que estaban los primeros cartógrafos cuando aún no conocían toda la Tierra y la precisión en la medición de las costas y demás accidentes geográficos era muy poca. Se calcula que con CTA podrán llegar a descubrirse en torno a 1000 nuevas fuentes y que la precisión (resolución angular) de las fuentes será mucho mayor. Nuestros mapas del cielo mejorarán y esto permitirá una mejor comprensión de los mecanismos exactos que generan la radiación gamma. Además de esto CTA podría detectar la tan escurridiza materia oscura, que según las teorías actuales compone más del 80% de la materia del Universo, y aún no ha podido ser detectada experimentalmente.
VERITAS Grupo de Telescopios Cherenkov (Arizona)
HESS Grupo de Telescopios Cherenkov (Namibia)
MAGIC Grupo de Telescopios Cherenkov (La Palma)